¿Y si un trozo de madera descubre que es un violín?
Que cegado por el miedo,
no escuchaba su música interior.
¿No merece el empeño de ser tallado?
¿No debe ser moldeado
y encontrar así su propia felicidad?
O debe pasar su vida apilado en un pilón,
esperando con sus compañeros ser quemado,
por el fuego del tiempo…
¿No es la vida ilusión?
¿No es la vida oportunidad?
O sólo la conformidad de muchos,
o el desencanto de regirnos por los ejemplos
de lo ya vivido.
Pobre trozo de madera…
en triste día descubre que es un violín.
Ahora duda su suerte,
se cuestiona su existencia,
se exige un sueño.
El invierno se acerca,
el fuego lo espera.
si no se decide, formará parte él.
¿Y si lo intenta y fracasa?
Nunca sonará bien.
Pero al menos podrá decir
que fue violín,
y no leño, de un fuego
que no era eterno.
(Arthur Rimbaud – Poeta Francés 1854 – 1891)
Este poema me inspira a pensar en las veces que «cegados por el miedo», como dice el poeta, no escuchamos nuestra música interior. Cuánto tiempo perdido! Cuánto sufrimiento conlleva no encontrar tu esencia, y creerte que eres sólo un trozo de madera, cuando tu sonido puede hacer estremecer los oídos más delicados, cuando tu melodía puede conmover las almas más elevadas.
¿Y si descubrieses tu verdadero valor? ¿Qué harías con ello? ¿Seguirías desaprovechando tu gran potencial o esperarías ser arrojado a una hoguera como un leño? esa hoguera, es el mundo del ego, en el que sólo hay sufrimiento, porque el ego, tiene una misión concreta, pero hacerte feliz no está en su misión.
Y ya entiendo, me dirás que aún tu melodía no es agradable, porque aún descubriendo que eres un violín, suenas desafinado…. Ahh pero ya eres un violín, ya conoces lo que puedes llegar a hacer….. tan sólo necesitas salir de tu rincón, permitirte ser afinado, me pongo a tu disposición para ayudarte a reconocer los tonos. No se trata de ser el violín más famoso, todo el mundo sabe que el mérito no se lo lleva el violín, sino el violinista. Se trata de cumplir tu misión, de permitir que el violinista, este maravilloso universo en el que vivimos, consiga la armonía que precisa de tí, para formar la bella sintonía que, junto con otros, viniste a tocar.
Y si fueses algo más que un trozo de madera… y si no tuvieses miedo……. qué sueños tendrías?
¿Me dejas tu comentario con lo que te inspira a tí el poema?
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