Aunque sólo sea por curiosidad, a todos nos gustaría saber qué es lo que nos depara el futuro. Reconozco que hasta yo, en más de una ocasión, he hablado con algunas amigas que se dedican a algún tipo de videncia, con la curiosidad infantil de una niña que espera que le digan que mañana tiene unos zapatos nuevos. Claro, siempre esperaba alivio a alguna situación concreta, y las respuestas que he recibido, algo ambiguas y no relacionadas con lo que yo tenía en mente, no han terminado de saciar mi fisgoneo.

¿Crees que conocer tu futuro podría producir cambios en tu presente? Yo estoy segura que sí.

Tal vez recuerdes la película de «Un cuento de navidad» en la que Dickens nos narraba cómo cuando el fantasma de las navidades futuras le mostró al avaro y explotador de Scrooge su futuro, éste viejo tacaño cambió su carácter. Todas las acciones tienen consecuencias, y el codicioso anciano entendió la lección a tiempo.

Scrooge tenía sus razones para haberse vuelto así, había ido recibiendo «palos» de la vida que le hicieron perder de vista el valorar las cosas que realmente merecían la pena. Sin embargo, no hay excusa, nuestras acciones irremediablemente nos acercan a un futuro que no siempre es el que esperamos y deseamos.

Es cierto que en ocasiones, unas malas experiencias previas, nos hacen tomar rumbos algo ariscos. Una infancia en la que hayamos interpretado que no recibimos suficiente cariño, una adolescencia complicada. Tal vez un divorcio traumático, o algunos desengaños ya en la madurez, y empezamos a olvidar, como Scrooge, que la familia, los amigos, es decir, las relaciones sociales, es algo que como humanos, no debemos menospreciar, en ello está envuelto nuestra propia estabilidad emocional. Y es justo en ese momento cuando nuestra actitud cambia, y con ello los resultados.

¿Qué estás tu haciendo hoy para que tus acciones te acerquen al futuro que deseas? El cuento de Dickens, era eso, un cuento, no hay fantasmas del pasado, del presente y del futuro que te adviertan situaciones o errores que debes cambiar. Es tu responsabilidad hoy el pararte y observar. Lo que eres hoy es producto de tu pasado para bien o para mal, y eso ya no hay forma de cambiarlo. Pero lo que haces hoy se va a reflejar en tu mañana.

Tomando entonces las riendas de tu vida, puedes empezar a predecir tu futuro, tal sólo siendo consciente de los actos diarios, de esas pequeñas cosas que tienden a pasar desapercibidas al estar enfocados en el «bosque» y estar perdiéndonos los árboles, las hermosas florecillas, los animalitos que allí habitan.. etc.

¿Hay cosas en tu vida diaria que puedan aportarte calma, tranquilidad y vitalidad? Si las hay, agradécelo, es la mejor forma de valorarlo. Si no las hay, o las hay de forma insuficiente, ¿qué estás haciendo para que haya más de ello? No esperes que nadie haga nada por tí, es tu vida, tu responsabilidad, así es que haz tu parte, y con ello, estarás consiguiendo el futuro que deseas. No esperes a que el fantasma de las navidades futuras te visite, si hoy te estás ocupando de tu crecimiento interior, mañana serás, lo quieras o no … feliz.

Si no sabes por dónde empezar, o crees que necesitas impulso, no lo dudes, llámanos y te diremos cómo establecer la hoja de ruta que te acerca a la vida que deseas. Mándanos un mensaje a través de whatsapp al 91.858.81.35 o al 608.834.556 y te llamamos nosotras, además te haremos un regalo que podría marcar un antes y un después en tu vida.