Empezamos un nuevo mes, y con ello se plantea un nuevo inicio de actividades, es como si el año empezase.

Se empieza el año escolar, se retoman los proyectos tras el parón de las vacaciones. De hecho es un mes de ebullición, cuando más ofertas hay en las inmobiliarias, cuando los abogados tienen más trabajo en divorcios, cuando las consultas de médicos se llenan por los efectos del síndrome postvacacional.

Y empiezan las prisas, las ansiedades, los atascos de tráfico y los achuchones en el metro. Las carreras por llegar antes, las discusiones por llevar razón, nos olvidamos de nuestra esencia, con la que quisimos conectar en vacaciones, y empezamos a vivir desde el ego.

Septiembre, para muchas culturas, representa realmente el inicio del año, coincidiendo con la cosecha. Qué bonito es empezar algo ganando, cosechando logros. Cómo deseo que tu «año nuevo» comience con grandes éxitos!!!.

Recuerdo haber leído de un profesor que incentivaba los buenos resultados en sus alumnos empezando por darles sobresalientes, que ellos tenían que mantener. Esto realmente representa un cambio de paradigmas.

Cuántas veces hemos oído y aceptado que la vida es una lucha constante. Pero qué diferente es plantearselo como si ya hubiésemos ganado, como si ya tuviéramos todo,  y tan sólo nuestro trabajo, es mantenerlo. !!Y es que eso es tan real!!!

Nacimos felices, crecimos incrementando ilusiones, jugando y riendo, y a medida que adquirimos «madurez» vamos perdiéndolo. Por eso es interesante de vez en cuando «morir» un poquito para volver a nacer en la inocencia del niño que ya lo tiene todo. Así lo hace la naturaleza.. que parece morir en cada invierno, para volver a renacer con más fuerza.

Te propongo un juego, ¿Qué tal si nos planteamos que Septiembre sea el inicio, en el que vamos con el «granero» lleno de una cosecha estupenda?… e incluso, por qué dejarlo en en un mes… como Septiembre… ¿qué tal si esto lo hacemos cada día?

Cuando despiertas cada día, despiertas con un enorme regalo, nuevas oportunidades por delante… ¿y si considerásemos nuestro día como si fuese una vida completa en el que naces en la mañana y «mueres» en la noche?

Si fuese una vida completa, si nuestra existencia fuese una sucesión de vidas, vividas día a día, creo que nos preocuparíamos más por nuestro presente y menos por el pasado o el futuro. Se que el entendimiento de la palabra muerte es algo que asusta a muchas personas, hasta que lo consideramos como el fin de un momento  para un renacer.

Juguemos a que nuestra vida sea un día

Imagina si al final del día, cuando llega el momento de la «muerte», hacemos un repaso de lo que hemos hecho en el día. Cuántos momentos de risa hubo? Cuántos momentos te han hecho sentir pleno/a? Cuánto has crecido? Cómo va a ser tu cosecha al día siguiente, tras lo vivido en el día?

24 horas para ti, para que las vivas como quieras, para hacer de tu día el día más maravilloso y de propósito! Divídete el día en tramos, y procura que, igual que cuidas tu alimentación de tal forma que sea variada y equilibrada, tu día tenga variedad, equilibrio, armonía con tu ser.

Cómo repartir el día de vida:

  • Como  un bebé cuando nace, destina parte de tu tiempo a aprender, a desarrollarte como el ser maravilloso de luz que eres
  • Ríe, juega, enamórate, ama con consciencia. La vida no es vida sin amor, y el amor no existe sin juego, todo va unido, todo va encadenado, no relegues nada. Que tu día sea un día de vida y no el resultado de un engranaje ajustado.
  • Haz cosas nuevas, ten un hobbie que practiques en tu día, puede ser oír música, puede ser leer, puede ser escuchar el viento bajo los árboles, sea lo que sea, hazlo!
  • Trabaja para realizarte, para sentir tu propia autonomía, pero no hagas que tu vida se convierta sólo en las horas de trabajo
  • Haz algo por los demás, somos seres sociales y nacemos con la necesidad de ayudar a los demás, deja que esto sea parte importante de tu día, sin descuidarte tú.
  • Deja algo como legado, algo que aporte al mundo. Muchos pueden considerar su propio trabajo como algo que aportar.
  • Retírate a tu viaje a la otra dimensión, con la satisfacción de haber tenido una vida plena, un día lleno de lo que quieres. Recordando los bellos momentos y agradeciendo la oportunidad de haberlos vivido.

Te apuntas al reto?

Osho decía: «La vida es muy compasiva; la existencia es muy misericordiosa. Te ofrece una posibilidad tras otra; oportunidades tras oportunidades.» Sin embargo, no veremos esas oportunidades en medio de las prisas, el estrés y la ansiedad por vivir de acuerdo a los dictados y mochilas de otros.

Yo empiezo ya mi línea de día de vida. Agradeciendo despertar recogiendo una enorme cosecha que voy a mantener o incrementar. Haciendo cosas nuevas cada día. Enriqueciéndome de la compañía de bellos seres. Y cuando llegue mi momento de partir, recordaré todas mis vidas, todos mis días, y estaré en calma sabiendo que los he aprovechado a plenitud.

Si necesitas un impulso o quieres ver el manual de instrucciones de este juego que te propongo.. llámame y te comento!